jueves, 30 de noviembre de 2017

La estrategia del gobierno para recortar nuestros derechos - Elecciones 2017


Estos dos años hemos observado dos mecanismos insignia de los funcionarios para poder avanzar en el plan de recortar personal, políticas públicas, salarios y condiciones de trabajo. Por un lado el bombardeo ideológico, del cual los medios de comunicación son sus aliados de lujo, mediante el cual nos quieren hacer creer que todxs las/os trabajadores somos ñoquis. O que cobramos salarios muy altos. O que está mal que nos tomemos licencia cuando nosotros/as o nuestros/as hijos/as se enferman. O que las políticas públicas que desarrollamos son un gastadero de plata que distorsionan los sacrosantos designios del mercado.
Este bombardeo lo lanzan sobre las cabezas de toda la sociedad, para que nos miren con desconfianza y sobre nuestras propias cabezas para que no nos unamos y no nos defendamos juntos/as. Intentan que miremos con recelo a quienes tenemos al lado. “Yo no soy ñoqui pero aquel/lla vive enfermandose”, “Aquel/la gana un montón y no hace nada”, etc.
Este bombardeo hacia nuestras cabezas es efectivo si nos convence de que no tenemos fuerzas suficientes para resistir cuando nos meten la mano en el bolsillo. Así dejaron en el limbo cientos de concursos que se habían ganado con todas las de la ley en 2013 y 2015 y recién ahora algunos se están efectivizando.
El otro pilar de su política es la estrategia sindical. Una parte de ella es acordar con los sindicatos conocidos como “gordos”, conducido por personas cuyas condiciones de vida son más parecidas a la de ricos empresarios que a la de los/as trabajadores que representan. Con ellos siempre se puede llegar a acuerdos de los que muchas veces ni siquiera nos enteramos, pero son propensos a entregar nuestros derechos a cambio de algunos “recursos” a manejar como los de las obras sociales. Y cuando no entran en razón siempre está el látigo de los carpetazos. Es decir, sacar de la manga alguna causa penal que debido a sus prácticas cuasi mafiosas son de fácil creación.
Otra marca que guía su estrategia sindical es la mencionada con honestidad brutal por el senador electo Esteban Bullrich en 2014 sobre cómo doblegar a los sindicatos. Claro que hablar de sindicatos es una forma para no decir que quieren doblegar a quienes los sindicatos deben representar. Es decir, a las/os trabajadores, doblegarnos a nosotros/as. El “truco” es lanzar decenas de golpes para que nos abrumemos y solo podamos frenar algunos. Este método que parece infalible en realidad da por supuesto que no tenemos poder ni decisión para parar todos los ataques.
No es que no nos demos cuenta que lo están haciendo, lo que falta es construir una relación de fuerzas favorable a los/as laburantes que permita patear el tablero, como lo han hecho muchos otros sindicatos.
El desafío para esta nueva etapa de la Junta Interna y cuerpo de delegadas/os de ATE Mecon es construir esta relación de fuerzas, yendo al frente como siempre, pero con paciencia, inteligencia y sin marearnos. Elegir las batallas a dar que nos permitan acumular potencia para las que vienen. Y, en este camino, desarmar esa gran ancla que significa que nos ganen nuestras propias cabezas. Digan lo que digan el Ministerio, y el país, lo ponemos a andar los/as trabajadores y sin nosotros/as no hay nada. A ese despertar colectivo tenemos que seguir apostando.

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